2.3 PERIODO HELENISTICO Y ALEJANDRINO

 Periodo Helenístico-Romano

¿Qué fue el periodo Helenístico? 

En la Edad Antigua, desde el 323 a.C. hasta el 30 a.C., existió un período de tiempo conocido como el período helenístico. Alejandro III de Macedonia sería el principal responsable de iniciar dicho período, pues, aunque la muerte cobró su vida a temprana edad (33 años), para aquel entonces Alejandro había conquistado todo el territorio persa y construido ciudades (Alejandrías) en su nombre alrededor del mundo.

Las ciudades de Alejandría tendrían como finalidad llevar la cultura helenística a distintos países del mundo antiguo. Aunque Alejandro, «el gran conquistador», vivió solo 13 años como rey, sus hazañas aún forman parte de nuestra vida cotidiana. El sistema democrático, la filosofía, avances matemáticos, la historia y otras disciplinas constituyen el principal legado del período helenístico.

Origen del periodo helenístico 

Grecia, en sus inicios, era un conglomerado de polis (ciudades-estado) independientes entre sí. Atenas, la principal de las polis de la antigua Grecia, veía con recelo a Macedonia por su cultura belicosa, poco civilizada y más bien bárbara.

En el siglo IV a.C., el rey Filipo II de Macedonia, padre a su vez de Alejandro Magno, se encargó de implantar una hegemonía imperial en Grecia, por lo que el temor de los atenienses se hizo realidad.

El rey Filipo II era un excelente estratega militar, infalible en combate gracias a su estrategia militar conocida como la falange macedonia. Su hijo Alejandro Magno crecería formado por el gran filósofo Aristóteles y viendo las hazañas militares de su padre.

De esta manera, cuando Alejandro Magno asumió el trono, a los 20 años, sabía con exactitud qué es lo que debía hacer: seguir con las políticas expansionistas de su padre.

Sin embargo, una repentina y trágica muerte acabaría con la vida de un joven Alejandro Magno a los 33 años de edad (323 a.C.), el cual para aquel entonces había conquistado gran parte del mundo antiguo.

Tras su fallecimiento, sus generales se repartirían las tierras conquistadas por Alejandro Magno, naciendo de esta manera tres grandes dinastías, antigónida, seléucida y ptolemaica, y dando inicio al período helenístico.

Origen del término "Helenístico"

El término "helenístico" fue utilizado por primera vez en la obra del historiador alemán Johann Gustav Droysen (Historia del Helenismo, 1836). "helenístico" proviene de "heleno", nombre con el que los antiguos griegos denominaban su identidad cultural.

El autor utilizó este concepto para denominar el proceso histórico desarrollado a partir del cual se extendió la lengua y la cultura griegas a las poblaciones del Próximo Oriente. Cronológicamente, este proceso se ubica entre la muerte de Alejandro Magno (323 a. C.) y la conquista romana del último reino helenístico (31 a. C.). Geográficamente, incluye el mundo mediterráneo habitado por los antiguos griegos y los territorios conquistados por Alejandro Magno y, desde entonces, helenizados: Asia Menor, Egipto y el Próximo Oriente (desde el Levante hasta el río Indo).

Características

Las principales características del Periodo helenístico son:

• La fragmentación política del imperio alejandrino.

• La expansión de elementos culturales griegos en Asia Menor y el Próximo Oriente.

• La aparición de nuevas ciudades como centros políticos y culturales del mundo antiguo.

• La conformación de nuevos reinos, bajo el poder de las dinastías antigónida, ptolemaica y seléucida.

• El desarrollo de un sincretismo religioso, que combinó creencias y mitos de la cultura griega con cultos y costumbres orientales.

Escuelas éticas 

La filosofía ética es una rama de la filosofía que se ocupa del estudio de los valores, los principios morales y las teorías que sustentan una conducta ética. A lo largo de la historia, han surgido diversas escuelas éticas de pensamiento filosófico que han buscado brindar respuestas a preguntas fundamentales sobre cómo se deben comportar los seres humanos y cuáles son los fundamentos morales que deberíamos seguir.

Principales escuelas éticas 

1. Estoicismo

El estoicismo es una escuela filosófica fundada por Zenón de Citio en el siglo III a.C. Esta escuela enfatiza la búsqueda de la virtud como medio para alcanzar la felicidad y la tranquilidad interior. Los estoicos creen en la existencia de una ley natural que rige el universo y que los seres humanos deben vivir acorde a ella.

Uno de los principales exponentes del estoicismo fue Epicteto, quien sostenía que debemos aceptar aquello que está fuera de nuestro control y enfocarnos en aquello que sí podemos influir. Para los estoicos, la virtud se alcanza a través del dominio de nuestras emociones y deseos.

2. Hedonismo

El hedonismo es una escuela filosófica que sostiene que el placer es el bien supremo y que debemos buscar maximizar nuestro placer y minimizar nuestro sufrimiento. El hedonismo se divide en dos corrientes principales: el hedonismo clásico y el hedonismo ético.

El hedonismo clásico, representado por la escuela epicúrea, promueve la búsqueda del placer a través de la ausencia de dolor y la práctica de la moderación. Epicuro, uno de los filósofos epicúreos más conocidos, argumentaba que el placer máximo se alcanza a través de una vida sencilla y virtuosa, en la que se evitan los excesos y se disfruta de los placeres simples.

Por otro lado, el hedonismo ético, también conocido como hedonismo utilitarista, sostiene que el objetivo de la vida es maximizar la cantidad de placer y minimizar la cantidad de sufrimiento no solo para uno mismo, sino también para el mayor número de personas posible. Uno de los filósofos más influyentes en esta corriente es Jeremy Bentham, quien desarrolló el principio de utilidad como base ética para tomar decisiones.

3. Deontología

La deontología es una corriente ética que se centra en los deberes y obligaciones morales. Esta escuela sostiene que existen principios éticos universales que deben ser seguidos sin importar las consecuencias. La deontología se basa en la premisa de que algunos actos son intrínsecamente buenos o malos, independientemente de las circunstancias o las consecuencias.

Immanuel Kant es uno de los principales filósofos asociados con la deontología. Para Kant, la moralidad reside en la intención detrás de una acción y en la voluntad de actuar de acuerdo con el deber. Su famoso imperativo categórico establece que debemos actuar solo de acuerdo con la máxima que deseamos que se convierta en una ley universal.

4. Utilitarismo

El utilitarismo es una teoría ética que sostiene que debemos buscar maximizar la felicidad o el bienestar general. Según esta corriente, una acción es moralmente correcta si produce la mayor cantidad de felicidad para la mayor cantidad de personas. El utilitarismo se basa en el principio del mayor beneficio para el mayor número de individuos.

John Stuart Mill es uno de los filósofos más influyentes en esta corriente. Mill argumentaba que el placer es el objetivo final de la vida y que las consecuencias de nuestras acciones son fundamentales para evaluar su moralidad. Sin embargo, el utilitarismo también ha sido objeto de críticas debido a la dificultad de medir y comparar la felicidad o el bienestar de las personas de manera objetiva.

5. Ética de la virtud

La ética de la virtud se centra en el carácter y las virtudes morales de una persona. Esta escuela sostiene que la moralidad se basa en el desarrollo de virtudes como la valentía, la justicia, la sabiduría y la compasión. La ética de la virtud busca cultivar hábitos virtuosos a través de la práctica y la educación.

Aristóteles es considerado uno de los filósofos más destacados en el estudio de la ética de la virtud. Según Aristóteles, la virtud se encuentra en el punto medio entre dos extremos viciosos. Por ejemplo, el coraje se encuentra entre la cobardía y la temeridad. La ética de la virtud busca alcanzar la excelencia moral a través del cultivo de las virtudes.

Periodo Alejandrino 

Alejandría fue fundada por Alejandro Magno en el año 331 a.C. después de su conquista de Egipto. La ciudad se estableció en un pequeño puerto llamado Racotis, con la intención de crear un centro de comercio superior a la ciudad griega de Náucratis. Alejandro diseñó los planos básicos de la ciudad antes de continuar con sus conquistas.

Alejandría se convirtió rápidamente en un importante centro cultural y comercial del mundo antiguo, famosa por su faro, una de las siete maravillas del mundo antiguo, y su legendaria biblioteca. La ciudad atrajo a estudiosos, científicos, filósofos y artistas de todo el mundo, convirtiéndose en un faro de conocimiento y cultura.

La biblioteca de Alejandría 

La Biblioteca de Alejandría fue establecida bajo la dinastía Ptolemaica de Egipto (323-30 a.C.) y floreció bajo el patrocinio de los primeros reyes, convirtiéndose en la biblioteca más famosa del mundo antiguo. Atrajo a eruditos de todo el Mediterráneo y convirtió a Alejandría en el centro intelectual preeminente de su tiempo hasta su declive después del 145 a.C.

Aunque la leyenda afirma que la idea de la gran biblioteca vino de Alejandro Magno, esta afirmación se ha puesto duda y parece ser que fue propuesta por Ptolomeo I Soter (que reinó de 323-282 a.C.), fundador de la dinastía ptolemaica, y construida bajo el reinado de Ptolomeo II Filadelfo (282-246 a.C.), que también adquirió los primeros libros para su colección. Bajo Ptolomeo III Euergetes (que reinó de 246-221 a.C.), la colección de la biblioteca gracias a que todos los libros que llegaban a puerto en los barcos se requisaban y copiaban, para después recoger los originales en sus estanterías.

Caída de la gran biblioteca 

La explicación más probable de su caída fue una pérdida de patrocinio de los gobernantes ptolemaicos posteriores (después de que Ptolomeo VIII expulsara a los estudiosos extranjeros en 145 a.C.) y el apoyo desigual de los emperadores romanos que condujo a una disminución en el mantenimiento de la colección y los edificios. La intolerancia religiosa, tras el surgimiento del cristianismo, condujo a los disturbios civiles, lo que alentó a muchos estudiosos a encontrar puestos en otros lugares, contribuyendo aún más al deterioro de la biblioteca. Para el siglo VII, cuando se dice que los árabes musulmanes quemaron la colección de la biblioteca, no hay evidencia de que esos libros, o incluso los edificios que los habrían albergado, todavía existieran en Alejandría.

Faro de Alejandría 

Según varias fuentes antiguas, el faro fue obra del arquitecto Sostratus de Cnidus, pero pudo haber sido el patrocinador financiero del proyecto. La estructura estaba ubicada en la punta del islote de piedra caliza de Pharos frente a los puertos de Alejandría. Estos dos puertos naturales eran el Gran Puerto y el caprichosamente llamado Eunostos o 'Puerto del Retorno Afortunado'. El continente estaba unido a la isla de Pharos por una calzada, el Heptastadion, que medía alrededor de 1,2 km (0,75 millas). El faro, nos informa un escritor contemporáneo llamado Poseidipo, estaba destinado a guiar y proteger a los marineros y para tal fin estaba dedicado a dos dioses, Zeus Sóter (''el Salvador'') -cuya inscripción votiva en la torre estaba hecha con letras de medio metro de altura- y, posiblemente, Proteo, el dios griego del mar, también conocido como ''El viejo del Mar''.